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50 Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha.

51 ―¡Dejadlos! —ordenó Jesús.

Entonces tocó la oreja al hombre, y lo sanó. 52 Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del templo y a los ancianos, que habían venido a prenderlo:

―¿Acaso soy un bandido,[a] para que vengáis contra mí con espadas y palos?

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Footnotes

  1. 22:52 bandido. Alt. insurgente.